La detección de un nuevo órgano en un mínimo del 70% de los seres humanos está siendo analizada por investigadores, empresarios y médicos. Hablamos de un pequeño dispositivo surgido en la palma de la mano, que permite a sus propietarios registrar, analizar y enviar información, y será clave en el desarrollo de los servicios de salud en el próximo decenio. También recibe el nombre de smartphone, y puede suponer una revolución en la prestación sanitaria actual basada en un consultorio y unos horarios inamovibles.