- El dolor es uno de los síntomas más prevalentes en las pacientes sometidas a tratamiento por cáncer de mama.
- La fibrosis en el músculo pectoral puede ser causa de dolor, con una asociación significativa entre la contractura dolorosa del pectoral mayor y la radioterapia.
- La infiltración de toxina botulínica en el músculo pectoral mayor puede mejorar el control del dolor en el cáncer de mama.
El dolor es uno de los síntomas más prevalentes en las pacientes sometidas a tratamiento por cáncer de mama. El síndrome de dolor posmastectomía se ha definido como un síndrome doloroso, continuo o intermitente, localizado en la mama, la pared torácica, la axila o el brazo ipsilateral, que persiste durante más de 3 meses y presenta características con frecuencia neuropáticas. El dolor crónico tras la cirugía del cáncer de mama es un problema que se espera que aumente en los próximos años debido a la mayor prevalencia de la enfermedad. Por este motivo, los autores del estudio se propusieron valorar la efectividad de la toxina botulínica en el control del dolor en pacientes con cáncer de mama y contractura dolorosa asociada del músculo pectoral.
Para ello realizaron un estudio cuasi-experimental en el que incluyeron a 89 pacientes con diagnóstico de cáncer de mama y con dolor en la región mamaria y el tercio superior del tórax asociado a contractura dolorosa del músculo pectoral mayor. La infiltración se realizó en dos grupos diferenciados de pacientes: el de las mujeres con mastectomía y reconstrucción mamaria mediante implantes (tanto con expansor como con prótesis) y el de las pacientes sometidas a cirugía conservadora de mama o sin reconstrucción y con dolor crónico. Todas las pacientes fueron evaluadas en el momento de su inclusión en el estudio mediante la historia clínica y la exploración física. El dolor fue valorado por sus características clínicas y puntuado mediante la escala visual analógica (EVA). Todas las pacientes realizaron tratamiento analgésico con fármacos y rehabilitación antes de la infiltración con toxina botulínica. La infiltración se realizó a las pacientes que presentaban dolor regional con una puntuación superior a 6 en la EVA y dolor selectivo en el músculo pectoral una vez finalizado el tratamiento de rehabilitación. La infiltración de neurotoxina (serotipo A) se practicó con aguja intramuscular y según la técnica utilizada en otras afecciones que cursan con espasticidad de este músculo. De las 89 pacientes valoradas, la franja de edad más frecuente fue la de más de 50 años; presentaban sobrepeso el 80,8%, y el lado de infiltración mayoritario fue el izquierdo (71%). El 21% fueron infiltradas durante la reconstrucción, el 16% portaban prótesis mamarias y el 63% presentaban dolor crónico. En cuanto a las características del dolor, el más habitual fue el mixto (69,9%). Las pacientes que tuvieron peores puntuaciones de dolor fueron las del grupo de reconstrucción con expansor: un 56% de ellas tenían una puntuación de 9 en la EVA.
Tras la infiltración, el 43% de las pacientes presentaron una puntuación de 6 en la EVA, el 23,6% de 7 y el 16,9% de 5. Las pacientes que obtuvieron mayores mejorías en la puntuación fueron las del grupo expansor: en el 56% de los casos la puntuación bajó de 9 a 6. Ninguna de las pacientes infiltradas empeoró.
A partir de estos resultados los autores concluyen que la infiltración del músculo pectoral mayor con toxina botulínica tipo A mejora el dolor en el cáncer de mama, tanto en la fase de reconstrucción mamaria con expansor como en las pacientes con implantes y en las que presentan síndrome de dolor posmastectomía.
De Carlos Iriarte E, Cabezón Hedo A, Mosquera González M, Rodríguez Caravaca G, Ruiz Soldevila JM, Sancho Pérez B. Infiltración con toxina botulínica para el control del dolor en cáncer de mama. Rehabilitacion. 2012; 46: 112-119.