La otitis media serosa se produce a consecuencia de una alteración de la función tubárica o bien como respuesta inflamatoria tras una otitis media aguda. El 90% de los niños de 6 meses a 4 años pueden llegar a padecerla. En la mayoría de las ocasiones es bilateral y tiene una resolución espontánea, aunque a veces pueden producirse complicaciones como hipoacusia y necesidad de cirugía. La elevada prevalencia de la otitis media serosa y su dificultad diagnóstica conllevan un consumo en los recursos asistenciales.
Los autores del presente artículo establecieron un protocolo de consenso conjunto entre pediatras de atención primaria y otorrinolaringólogos de área con el objetivo de mejorar la competencia diagnóstica, el número de derivaciones y, en definitiva, la calidad asistencial y la eficiencia. El protocolo se estableció tras revisar la literatura médica y las guías clínicas y de consenso existentes sobre el tema.
Los niños remitidos desde el pediatra a atención especializada fueron evaluados por un otorrino que valoró la efectividad de la intervención llevada a cabo por el pediatra, entendida como logro del objetivo previsto (diagnóstico, correcta derivación y seguimiento).
Tras el diagnóstico de otitis media serosa, el protocolo recogió en una base de datos las características epidemiológicas y las relativas a la forma de presentación, el resultado de la otoscopia, el diagnóstico obtenido y los criterios de derivación. Este protocolo conjunto de actuación implica una correcta formación del pediatra en cuanto al diagnóstico de la otitis media serosa mediante técnicas como la otoscopia neumática y la timpanometría.
Los autores concluyen que la mejora en el diagnóstico de certeza, el seguimiento periódico del paciente y la derivación al especialista mediante la aplicación de unos criterios determinados se traducirá en un mayor grado de eficacia y eficiencia en el abordaje de la otitis media serosa.