Desde la década de los 60 del siglo pasado la anticoncepción hormonal ha supuesto un beneficio sin precedentes para la autodeterminación de la mujer y para la consecución de sus Derechos Sexuales y Reproductivos, un paso fundamental para conseguir la igualdad real entre hombres y mujeres1.
El desarrollo e investigación de la anticoncepción a base de hormonas se ha centrado desde entonces en mejorar la seguridad y la eficacia. En este momento contamos para el consejo anticonceptivo con un importante arsenal de métodos seguros para las usuarias, y podemos informar que el número de mujeres que se quedarán embarazadas de cada 100 que utilicen cualquiera de los métodos hormonales durante un año (índice de Pearl) será inferior a 12.
Sin embargo, para todos los métodos se sabe que la eficacia en condiciones de uso ideal, perfecto o típico es superior a la eficacia cuando se utiliza en condiciones de uso real. Se habla pues de efectividad, o eficacia en condiciones de uso real2-4. En aquellos métodos que requieran mayor frecuencia de intervención por parte de la usuaria para su cumplimiento, la efectividad puede reducirse, lo cual ha de tenerse en cuenta durante el consejo anticonceptivo. Por ejemplo, el método más utilizado, el preservativo, tiene una eficacia en uso perfecto de 2, mientras que en uso real disminuye, aumenta el Índice de Pearl a 135.
Los métodos anticonceptivos hormonales tienen Índices menores, todos por debajo de 1, pero también puede verse afectada su eficacia por el uso imperfecto3,4. Es lo que ocurre con la píldora anticonceptiva, que requiere de la intervención diaria de la usuaria para la correcta implementación de su uso.
El parche anticonceptivo hormonal, de uso semanal, ofrece algunas ventajas que favorecen la implementación. La intervención semanal, y no diaria, de la usuaria reduce la posibilidad de olvidos y aumenta el número de ciclos en los cuales se proporciona un uso perfecto del método y por lo tanto mejora el cumplimiento6.
El parche se cambia cada 7 días, durante 3 semanas consecutivas, y se deja una semana libre, en la cual se produce la hemorragia por deprivación que simula la regla, consiguiendo así ciclos de 28 días. Proporciona un nivel de absorción transdérmica constante, incluso en condiciones adversas de humedad, que mantiene una concentración sérica efectiva estable7.
Ha demostrado una eficacia similar a la anticoncepción oral5. En caso de olvido en el recambio del parche en mitad del ciclo (semana 2 y 3), se ha comprobado que un mismo parche mantiene una concentración sérica eficaz hasta 10 días. Estos hallazgos sugieren que la eficacia clínica se podría mantener incluso si se olvida cambiar el parche hasta 2 días completos7.
En general, a esta mayor estabilidad de los niveles hormonales en sangre se suma el hecho de no presentar efecto de primer paso hepático, y de verse menos influido por la alteración intestinal que suponen acontecimientos como el uso de antibióticos7.
Es importante tener en cuenta en el consejo anticonceptivo las peculiaridades de la usuaria para favorecer una elección que contribuya a la satisfacción con el método y a su cumplimiento. Y en base a estas peculiaridades, el parche transdérmico semanal puede aportar todos estos beneficios, con la garantía de eficacia y seguridad del resto de los métodos anticonceptivos hormonales combinados.
Actualmente, el único parche anticonceptivo semanal disponible en el mercado se comercializa bajo el nombre de Evra®. En 2021 Gedeon Richter ha adquirido Evra®, pasando a ser el titular de la autorización de comercialización del medicamento. Con esta adquisición Gedeon Richter pretende aumentar su portafolio en anticoncepción incorporando las características particulares del parche anticonceptivo semanal, ofreciendo así a las usuarias una amplia gama de alternativas anticonceptivas.
Bibliografía:
1. Programa de Acción de la Conferencia Internacional sobre la Población y el Desarrollo. Ed 20 Aniversario. Fondo de Población de las Naciones Unidas;2014. Disponible en: https://www.un.org/en/development/desa/population/publications/ICPD_programme_of_action_es.pdf
2. World Health Organization. Medical Elegibility Criteria for contraceptive use. 5th ed. Geneva: WHO;2015. Disponible en: https://www.who.int/publications/i/item/9789241549158
3. Burkman R. Transdermal hormonal contraception: benefits and risks. Am J Obstet Gynecol 2007;197:134.e1-134.e6. Disponible en: https://www.ajog.org/article/S0002-9378(07)00548-0/pdfSummary
4. Archer DF, Cullins V, Creasy GW, Fisher AC. The impact of improved compliance with a weekly contraceptive transdermal system (Ortho Evra) on contraceptive efficacy. Contraception. 2004; 69:189-95. Disponible en: https://www.contraceptionjournal.org/article/S0010-7824(03)00272-5/fulltext
5. World Health Organisation (WHO). Family planning/contraception methods. 22 June 2020. Disponible en: https://www.who.int/news-room/fact-sheets/detail/family-planning-contraception [Ültimo acceso noviembre 2021.]
6. Urdl W, Apter D, Alperstein A, Koll P, Schönian S, Bringer J, Fisher AC, Preik M. Contraceptive efficacy, compliance and beyond: factors related to satisfaction with once-weekly transdermal compared with oral contraception. Eur J Obstet Gynecol Reprod Biol. 2005;121: 202-10. Disponible en: https://www.ejog.org/article/S0301-2115(05)00054-0/fulltext
7. Abrams LS, Skee D, Natarajan J, Wong FA. Pharmacokinetic overview of Otho EvraTM/EvraTM. Fertil Steril. 2002 Feb;77(2 Suppl 2):S3-12. doi: 10.1016/s0015-0282(01)03261-7.
EVR33-11/2021 | KEDP/DAEFJL