C. Santos Altozano
• Las aguas mineromedicinales son consideradas agentes terapéuticos, medicamentos naturales complejos.
• El desarrollo del termalismo podría aportar muchos beneficios, como la disminución del consumo de fármacos y la reducción de la enfermedad.
• El tratamiento balneoterápico tiene un efecto reductor global sobre las cifras de presión arterial.
• Las combinaciones de fármacos en dosis fijas permiten la utilización de dosis más reducidas, con un buen perfil de eficacia, seguridad y tolerabilidad, y mejoran el cumplimiento terapéutico.
• Los pacientes polimedicados tienen un peor grado de cumplimiento, lo que repercute en el control de la presión arterial y en el aumento de la incidencia de complicaciones cardiovasculares y de los costes sanitarios.
• Los pacientes con enfermedad renal crónica tienen un mayor riesgo de padecer complicaciones cardiovasculares y de muerte.
• Los factores implicados como predictores independientes son los clásicos: sexo masculino, diabetes, grado de insuficiencia renal y antecedentes cardiovasculares.
• La distribución de las complicaciones cardiovasculares aumenta con el estadio de la enfermedad renal.
• El síndrome metabólico implica un mayor riesgo de aparición de enfermedad cardiovascular y diabetes mellitus.
• Existen trabajos que relacionan la obesidad con la presencia de distribución adiposa de predominio central y con la aparición de diabetes mellitus, hipertensión arterial y otros factores de riesgo cardiovascular.
• La circunferencia de cintura y el índice de cintura/altura superan al índice de masa corporal en capacidad para predecir la aparición de síndrome metabólico en la población.