- Los cambios en los patrones de alimentación tienen efectos sobre los factores de riesgo cardiovascular.
- Se ha observado un paralelismo entre la disminución de la ingesta en el consumo del desayuno y el aumento de la prevalencia de obesidad.
- Los hallazgos epidemiológicos sugieren un potencial efecto perjudicial de las comidas tardías en la salud cardiometabólica, pero los estudios al respecto son limitados.
En los últimos años diversos estudios han relacionado tener un perro con un menor riesgo de padecer una enfermedad del corazón, así como con una mayor supervivencia tras un evento cardiaco. Así lo recogió una revisión de estudios publicada por la American Heart Association en Circulation, que reportó que las personas con perro tienen unos mejores niveles de hipertensión, colesterol y obesidad.
-Ver la televisión es, después de trabajar y dormir, una de las actividades cotidianas más comunes.
-Los individuos que ven más de 20 horas semanales de televisión tienen peor función vascular y muestran una mayor tendencia a la hipertensión arterial.
-Llevar una vida excesivamente sedentaria tiene consecuencias muy negativas para nuestra salud cardiovascular.