La artrosis es una de las principales causas de dolor y la primera causa de incapacidad funcional para la deambulación en personas mayores. Se trata de una enfermedad degenerativa articular, con la presencia de sinovitis, degeneración del cartílago y proliferación de los márgenes óseos periarticulares. La prevalencia de la artrosis aumenta a partir de los 50 años y es mayor en mujeres. Ocasiona un importante consumo de recursos asistenciales.
Distintos estudios han demostrado el papel que los factores psicológicos desempeñan en la sintomatología de los pacientes con artrosis, así como en la adaptación emocional y funcional a la enfermedad. De hecho, en la actualidad sigue vigente una visión biopsicosocial del dolor, que se considera una experiencia tanto sensorial como afectiva y evaluativa.
Aunque los problemas asociados al dolor crónico son similares en pacientes jóvenes y mayores, hay aspectos del dolor como el malestar emocional y la discapacidad que son más comunes en las personas de edad avanzada; sin embargo, los estudios que analizan el papel de las variables psicológicas en la adaptación al dolor en personas mayores son muy escasos.
En este contexto, los autores del presente estudio se plantearon un doble objetivo: en primer lugar, identificar las variables cognitivo-conductuales que ayuden a predecir la capacidad funcional para las actividades de la vida diaria en las personas mayores con dolor crónico a consecuencia de la artrosis y, en segundo lugar, determinar el papel de la capacidad funcional en la interferencia del dolor, así como la capacidad pronóstico de las variables cognitivo-conductuales, una vez controlada por aquélla.
Los autores evaluaron a 104 personas mayores (el 85,6% mujeres), con una edad media de 74,32 años, diagnosticadas por el reumatólogo de artrosis; la mitad de ellas estaban en residencias y la otra mitad vivían en la comunidad. Se midieron las siguientes variables: intensidad, frecuencia y duración del dolor, estilo y estrategia de afrontamiento, conductas de dolor, creencias, autoeficacia, discapacidad funcional para las actividades de la vida diaria e interferencia del dolor en dichas actividades. Se realizaron dos tipos de análisis para cada variable dependiente: un análisis de regresión por eliminación regresiva y un análisis de regresión jerárquica, controlando variables sociodemográficas y clínicas.
Los resultados muestran que la capacidad funcional podría predecirse hasta en un 51% mediante un modelo que contemple tanto variables cognitivo-conductuales como variables relativas a la enfermedad. Así, la edad es una variable con un peso importante en la predicción del nivel de funcionalidad del paciente (las personas de mayor edad tienden a presentar una funcionalidad menor para las actividades diarias); además, esta relación se mantiene incluso cuando se tienen en cuenta otras variables cognitivo-conductuales, como el afrontamiento del dolor o las creencias, o relativas a la enfermedad, como el grado de afectación radiológico.
Entre las variables relativas a la enfermedad, el grado radiológico de deterioro tiene un papel pronóstico al contemplarlo junto con variables cognitivo-conductuales, aunque con un peso menor si la comparamos con otras variables de predicción.
Las variables cognitivo-conductuales de mayor valor pronóstico, una vez controlado el efecto de las anteriores, son, por orden de importancia, las conductas de evitación de la actividad (una evitación mayor se relaciona con una peor adaptación física al dolor, un aumento de la incapacidad funcional y una exacerbación de los síntomas), la creencia en el dolor como algo estable, la estrategia de catastrofismo y la estrategia de distracción.
Finalmente, en relación con la predicción de la interferencia del dolor en las actividades cotidianas, los análisis muestran el papel preponderante de los elementos conductuales de afrontamiento activo en la existencia de una mayor o menor interferencia.
López-López A, Montorio I, Izal de Fernández M. El papel de las variables cognitivo-conductuales y sensoriales en la predicción de la capacidad funcional y la interferencia en la actividad en una muestra de personas mayores con dolor crónico. Rev Soc Esp Dolor. 2010; 17(2): 78-88.