Desde el viernes 5 de mayo el coronavirus SARS-CoV-2 ya no es una emergencia pública internacional. El anuncio fue hecho por el director general de la OMS, Tedros Adhanom Gebreyesus, tres años y tres meses después de que él mismo declarase el nivel más alto de alarma en virtud del derecho internacional.
Las vacunas contra el Covid-19 han logrado reducir drásticamente la mortalidad producida por la infección del SARS-CoV-2. No obstante, sigue habiendo pacientes con neumonía bilateral que debido a sus complicaciones acaban ingresados en las UCI con una morbimortalidad importante.
Volver a congelar las vacunas puede permitir ampliar la capacidad para vacunar en aquellos países con una infraestructura médica precaria. En estos momentos, según datos de la Organización Mundial de la Salud, menos del 12% de la población de los países con menos renta ha sido inmunizada contra la COVID-19.