Síndrome metabólico y costes asociados

- La presencia de síndrome metabólico en pacientes hipertensos aumenta significativamente el riesgo de enfermedades cardiovasculares, de diabetes tipo 2 y de mortalidad.

- La presencia de síndrome metabólico eleva significativamente los costes en la atención sanitaria y éstos aumentan de forma proporcional al número de componentes del síndrome metabólico.

La acumulación de factores de riesgo como obesidad, dislipemia, hipertrigliceridemia e intolerancia a la glucosa en un mismo individuo hipertenso supone un aumento del riesgo de enfermedad cardiovascular, de diabetes mellitus tipo 2 y de mortalidad. La prevalencia del síndrome metabólico es mayor en hipertensos; además, éstos presentan cifras tensionales superiores y un peor control de las cifras de presión arterial respecto a la población general y a los hipertensos que no padecen síndrome metabólico.

Dado el escaso conocimiento sobre la carga epidemiológica del síndrome metabólico en pacientes hipertensos, los autores de este trabajo se propusieron valorar la carga epidemiológica y económica de la hipertensión en pacientes con síndrome metabólico y estimar sus costes en el momento actual (2008) y en el futuro (2020), así como evaluar el efecto y las consecuencias del síndrome metabólico respecto a la diabetes y los episodios cardiovasculares.

Asumiendo la definición de síndrome metabólico de acuerdo con los criterios del Adult Treatment Panel III (ATP-III), los autores estratificaron el riesgo de los pacientes en dos grupos, hipertensos e hipertensos con síndrome metabólico (al menos dos criterios ATP-III en un hipertenso), y después en cinco categorías de riesgo: pacientes con hipertensión arterial, pacientes con hipertensión arterial más otro criterio ATP-III, pacientes con hipertensión arterial y dos criterios ATP-III, pacientes con hipertensión arterial y tres criterios ATP-III y pacientes con hipertensión arterial y cuatro criterios ATP-III. Para cada grupo, los autores estimaron las consecuencias de la hipertensión arterial en los pacientes tratados y no tratados, incluyendo la incidencia de episodios cardiovasculares y la prevalencia de diabetes tipo 2.

En el grupo de pacientes tratados, los autores aplicaron los patrones de prescripción de las cinco clases principales de antihipertensivos empleados, teniendo en cuenta el riesgo relativo de incidencia de diabetes entre las distintas clases, los costes directos de medicación, los costes relacionados con consultas por hipertensión arterial, diabetes tipo 2 y episodios cardiovasculares. Para calcular el tamaño de la población en cada grupo, utilizaron datos de prevalencia de hipertensión arterial y otros componentes del síndrome metabólico en hipertensos.

La población del estudio fue dividida en subgrupos de pacientes tratados y no tratados. El de los pacientes tratados fue subdividido asimismo en tres subgrupos: los que continuaron el tratamiento inicial, los que interrumpieron el tratamiento antes del año y los que mantuvieron el tratamiento durante todo el año pero cambiando la medicación.

Según los autores, en 2008 la prevalencia anual de hipertensión arterial y síndrome metabólico en la población española fue del 11%; era ligeramente mayor en mujeres que en hombres y aumentaba con la edad. Para 2020, estimaron que la prevalencia anual de hipertensión arterial con síndrome metabólico sería del 22%. La incidencia anual de mortalidad en la población hipertensa con síndrome metabólico fue casi el doble que la de los hipertensos sin síndrome metabólico; por otra parte, la incidencia de episodios cardiovasculares aumentaba proporcionalmente con el número de criterios de síndrome metabólico adicionales.

La prevalencia anual de diabetes tipo 2 en hipertensos con síndrome metabólico fue 5,5 veces más elevada que la de los pacientes que sólo eran hipertensos. En 2008, la diabetes y los episodios cardiovasculares supusieron el 34 y el 43%, respectivamente, de los costes anuales totales por hipertensión arterial. Menos de la mitad de los costes se relacionaron con pacientes hipertensos con síndrome metabólico. Los autores prevén un aumento del 65% en esta proporción para 2020, siendo el coste medio anual por paciente con síndrome metabólico el triple que el del paciente sin síndrome metabólico. Los costes aumentan proporcionalmente al número de componentes adicionales del síndrome metabólico. Las estimaciones de costes deberían multiplicarse como mínimo por 1,28 para incluir los costes indirectos.

El principal objetivo del tratamiento antihipertensivo, concluyen los autores, debería ser reducir la presión arterial, pero también habría que tener en cuenta y priorizar la utilización de tratamientos antihipertensivos que, garantizando un control eficaz de la presión arterial, faciliten el cumplimiento terapéutico y reduzcan el riesgo de diabetes y de episodios cardiovasculares y sus costes asociados. 

Piñol C, Alegría E, Langham S. Carga epidemiológica y económica de la hipertensión arterial en pacientes con síndrome metabólico en España: un modelo basado en la prevalencia. Hipertensión y Riesgo Vascular. 2011; 28(4): 126-136.

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