El exceso de peso afecta a cuatro de cada diez niños y tres de cada diez adolescentes en España. Una situación especialmente acusada en aquellos que viven en hogares con rentas bajas, que tienen el doble de posibilidades de desarrollar obesidad. Para tratar de poner freno a este problema -cada vez más prevalente- de salud pública, que se ha visto agravado a causa de la pandemia COVID-19, el Gobierno de España ha presentado recientemente el Plan Estratégico Nacional para la Reducción de la Obesidad Infantil (2022-2030), que se propone reducir la incidencia de esta enfermedad en un 25 % en la próxima década.
Médicos internistas de la Sociedad Española de Medicina Interna (SEMI) acaban de presentar un nuevo protocolo pionero para el despistaje, valoración y abordaje integral de la obesidad en las personas mayores de 65 años que valora tanto su fragilidad, como su estado funcional y cognitivo.
La conexión entre obesidad y riesgo de COVID- 19 es una evidencia científica probada desde el inicio de la pandemia, pero los mecanismos implicados en esta dualidad son todavía poco conocidos, aunque el tejido adiposo ha sido propuesto como un actor relevante en esta asociación. Ahora, investigadores del CIBEROBN avanzan de manera cualitativa en este camino y desvelan que una regulación epigenética del ACE2 en el tejido adiposo visceral de pacientes con obesidad podría tener la respuesta.