La COVID-19 está causando efectos negativos en los pacientes con epilepsia, especialmente relacionados con las medidas de confinamiento durante el pico de la pandemia. Así lo demuestra un estudio llevado a cabo por la Unidad de Epilepsia del Servicio de Neurología del Hospital Universitario Vall d’Hebron y el Grupo de Investigación en Epilepsia del Vall d’Hebron Instituto de Investigación (VHIR), que ha observado que el insomnio, la ansiedad o la falta de recursos económicos dificulta el control de las crisis epilépticas.
El Grupo de Estudio de Trastornos del Movimiento de la Sociedad Española de Neurología (GETM), en colaboración con el Observatorio Parkinson de la Federación Española de Parkinson (FEP) y la Asociación Parkinson Galicia-Coruña, acaba de publicar en la revista internacional Movement Disorders los resultados de la encuesta realizada entre pacientes españoles en los meses de mayo, junio y julio de 2020, con el objetivo de conocer el impacto de la pandemia por COVID-19 en las personas que padecen enfermedad de Parkinson. El estudio, realizado con las respuestas de casi 600 pacientes de 49 provincias españolas, cuenta con el aval científico de la Sociedad Española de Neurología (SEN) y es uno de los más amplios que se han realizado hasta la fecha en el ámbito internacional.