Se ha observado que los pacientes tratados en esta sala reducen significativamente los niveles de ansiedad y estrés, y, en varios casos, la medicación asociada al tratamiento del trastorno mental y/o adicción. Así, después de pasar unas escalas antes y después de las sesiones, los usuarios manifiestan que se sienten más tranquilos, seguros, cómodos y con más confianza en sí mismos. También se observa una disminución de las ganas de consumir o craving y una estabilización de constantes vitales como la presión arterial y el pulso.
"Esta sala posibilita que los pacientes realicen una tarea de introspección, que sean conscientes de su enfermedad mental y que tengan la sensación de poder controlar más su propia vida al conectar con una parte de ellos mismos que evitaban", señala Gemma González, psicóloga. "Son personas que no se permiten hacer una pausa, por ejemplo, por miedo a no controlar las alteraciones que conlleva su propio diagnóstico, como el patrón de consumo instaurado desde hace años", añade.
Recuperar la estabilidad psicológica/emocional
A diferencia del resto de salas Snoezelen que existen en nuestro país y que se utilizan para pacientes con demencia o discapacidad, para mejorar el bienestar del usuario mediante la estimulación sensorial, en el caso de la enfermedad mental el objetivo es conseguir una estabilidad psicológica/emocional del individuo. "Gracias a que gran parte de las personas con enfermedad mental tiene plenas capacidades cognitivas y es parte activa en el tratamiento, este espacio permite una mejora más rápida y evidente de estos pacientes", afirma Gemma González.
Las sesiones que se llevan a cabo en esta sala se individualizan en función del perfil sensorial de cada paciente, de modo que se analizan aquellos estímulos que le aportan bienestar y aquellos que le son desagradables. "El objetivo es ofrecer, en un periodo de entre 20 y 40 minutos, aquellas sensaciones que son agradables para el paciente, con el fin de convertir el espacio en un lugar seguro", explica González. "Además, buscamos que esta experiencia sea un aprendizaje que el paciente pueda llevarse a casa, por lo que se ayuda a la persona para que pueda recordar las sensaciones vividas en la sala".
Hospital Mare de Déu de la Mercè es el primer centro de España que cuenta con profesionales formados en terapia multisensorial aplicada a la enfermedad mental. Son una veintena de trabajadores de diferentes disciplinas, como psicología, psiquiatría, fisioterapia, enfermería, trabajo social, terapia ocupacional, integración social y educación social, y de todos los equipamientos del centro.