La DMAE afecta a más de 800.000 personas en España y es la principal causa de ceguera en personas mayores de 50 años. Existen dos tipos de DMAE: la forma seca (afecta al 85% de los pacientes) y la forma húmeda. El 90% de la pérdida de visión grave entre los pacientes con DMAE es provocada por la DMAE húmeda, que hoy en día se puede controlar de manera eficaz mediante diferentes tratamientos. No obstante, para que los tratamientos de la DMAE sean eficaces es importante aplicarlos antes de que los daños en la visión sean irreversibles, y para ello es fundamental detectarla lo antes posible.
Los primeros síntomas de la DMAE son visión borrosa, aparición de puntos ciegos en la visión central y la percepción distorsionada u ondulada de líneas rectas. Los expertos destacan que es importante que, a partir de una determinada edad, las personas presten atención a la presencia de estos signos y revisen periódicamente su salud ocular en el oftalmólogo.
Carmen Navarro, directora médica del Área de Oftalmología de Novartis, destaca que el diagnóstico e intervención temprana son esenciales. “A medida que la enfermedad avanza, los daños celulares aumentan, reduciendo la calidad de la visión. Esta progresión puede provocar una pérdida total de visión central, por lo que el paciente no puede leer, conducir o reconocer caras conocidas y pierde potencialmente su independencia. Sin tratamiento, la visión puede deteriorarse rápidamente,” apunta.
Una de las formas de identificar la DMAE es mediante la Rejilla de Amsler (ver documento adjunto), una cuadrícula con un punto central que debe mirarse a unos 30 centímetros de distancia con cada ojo. Si se observan alteraciones se debe acudir al oftalmólogo.
Factores de riesgo
El principal factor de riesgo de padecer la DMAE es la edad. Además, se observa una mayor prevalencia en mujeres que en hombres y los antecedentes familiares también suponen un elemento clave en su desarrollo. También existen algunos desencadenantes evitables, como el consumo de tabaco y alcohol, la obesidad, la hipertensión arterial y la exposición a radiaciones ultravioletas.