Desde el Grupo de HTA de la Sociedad Catalana de Medicina Familiar y Comunitaria (CAMFiC) explican que estas guías americanas establecen que en términos generales todos los pacientes deben alcanzar unos objetivos de control de la presión arterial menor de 130/80 mmHg para considerarse dentro del concepto de buen tratamiento.
El hecho de considerar que con estas cifras una persona ya es hipertensa supondrá tener que afrontar una importante sobrecarga asistencial, ya que esto significaría que a partir de los 65-70 años de edad más del 80% de la población es hipertensa: obviamente se crea una situación de sobrediagnóstico de HTA.
El grupo de HTA de la CAMFiC, reitera su posicionamiento favorable a las Guías Europeas, manteniendo el diagnóstico a ≥140 y/o ≥90, y sobre todo, recomienda no tratar sólo las cifras de presión arterial, sino valorar el riesgo cardiovascular global ante una persona hipertensa.