Hace unos años, algunos investigadores concibieron la idea de unir tres o más de estos medicamentos en una sola cápsula con el fin de reducir el número de pastillas que deben tomarse los pacientes cada día, simplificar el tratamiento, mejorando la adherencia, y reducir el coste. La idea fue acogida con escepticismo por muchos médicos y por la industria farmacéutica, ya que no es sencillo desde el punto de vista técnico juntar medicamentos en una sola preparación. De hecho la idea de una polipíldora para prevención cardiovascular no parecía progresar.
En 2006, Valentín Fuster, tras constatar que en algunos países emergentes la prevención cardiovascular era muy deficiente por el coste y escasez de los medicamentos, consideró llegado el momento de comenzar el desarrollo de la polipíldora. Ésta podría no sólo simplificar el tratamiento, sino abaratarlo y hacerlo asequible en esos países emergentes.
Para demostrar científicamente la ventaja de una sola toma en lugar de varias para que el paciente cumpla con la medicación, se ha llevado a cabo el estudio FOCUS, que Fuster ha dirigido en Argentina, Brasil, Italia, Paraguay y España.
La Comisión Europea ha recomendado su aprobación y en España se ha aprobado su inclusión en la cartera de medicamentos financiados el pasado 1 de septiembre. Los resultados de la polipíldora se presentaron el 2 de septiembre en una sesión especial del Congreso Europeo de Cardiología y evidencian que, comparando el uso de los tres medicamentos por separado, con la polipíldora la adherencia aumenta notablemente en la prevención secundaria tras el infarto de miocardio.