Como novedades incluye un algoritmo para el asma grave no controlada, cambios en el manejo del asma intermitente y leve, poliposis nasal y derivaciones asistenciales. La presentación de GEMA 5.0 tendrá lugar hoy en una sesión online.
Debido a que los pacientes con patologías respiratorias crónicas, especialmente asma y EPOC (enfermedad pulmonar obstructiva crónica), son más susceptibles a las infecciones víricas que, a su vez, son causa frecuente de descompensación, se consideraba un grupo potencialmente más vulnerable para la infección por SARS-CoV-2. Sin embargo, como aseguran Marina Blanco, responsable de la consulta de asma grave del Hospital Universitario A Coruña, y José Tomás Gómez Sáenz, coordinador del Grupo de Trabajo de SEMERGEN, “a día de hoy, no hay ningún dato que haya confirmado esta sospecha”.
Según un estudio liderado por el grupo de investigación en Neumología del Vall d’Hebron Institut de Recerca (VHIR) perteneciente al CIBER de Enfermedades Respiratorias (CIBERES), existen evidencias a nivel epidemiológico y molecular de que la contaminación no solo agrava el asma sino que la puede causar. El estudio se ha publicado en la revista Science of the Total Environment.